Ocho consideraciones para una Salud Mental como derecho humano universal, tarea de prevención, y salud de la colectividad

Posicionamiento ciudadano en materia de política pública de salud mental

Versión previa a reunión en CDHDF jueves 25 de enero 2018, de la Red de firmantes convocados por Documenta AC del comunicado publicado el lunes 15 de enero 2018

Todos los seres humanos nacen libres e iguales
en dignidad y derechos
y, dotados como están de razón y conciencia,
deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Declaración Universal de Derechos Humanos ~ Artículo Primero 

 

Dado el estigma que dificulta el desarrollo pleno en la agenda política ciudadana de la salud mental como un bien o valor público a procurar, las organizaciones firmantes proponemos tres puntos de partida para discutir la política pública de salud mental:

  1. Salud Mental somos Todos: es un Derecho Humano Universal
  2. Salud Mental es también Prevención
  3. Salud Mental es también la salud de la Colectividad

 

Propuesta sugerida por:

Convivencia y espacio público, AC
EPSD Estudiantes por una política sensata hacia las drogas capítulo México
AMECA Asociación Mexicana de Estudios sobre Cannabis, AC
CoCuCa Comunidad de Cultura Cannábica

Bibliografía recomendada:

Declaración Universal de Derechos Humanos
Promoción de la Salud Mental: OMS 2005
Salud mental: un estado de bienestar: ONU 2018

Ocho consideraciones que fundamentan y detallan estos tres puntos de partida:
(siete de ellas “en positivo”)

  1. Salud Mental es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.  ONU 2018. Salud mental: un estado de bienestar
  2. En lugar de evocar un estado de bienestar, Salud Mental suele evocar condiciones psiquiátricas diagnosticadas, si no es que llanamente descalificaciones (la loca de mi vecina, el desquiciado de mi ex marido, la enfermedad mental de una funcionaria pública contrincante, etc). Estas percepciones limitadas deben desincentivarse
  3. Salud Mental es también Detección temprana de afecciones o de factores de riesgo
  4. Salud Mental es también prevención y atención para la población que no ha sido diagnosticada con un trastorno o condición, pero que padece o ha padecido de ansiedad, depresión, u otra afección psicoemocional, ya sea cotidianamente o durante una temporada, ya sea en su persona o por quienes le rodean. Los padecimientos de salud mental, y su resolución, son parte de la normalidad.
  5. Salud Mental es también Previsión: es tener la certeza de bienestar no solo ahora, también en el futuro. Certeza de responder y continuar respondiendo a los requerimientos cotidianos, y también a situaciones emergentes, porque se cuenta de una u otra forma, con la capacidad, la voluntad, y la puesta en práctica.
  6. Salud Mental es también alfabetizarnos en Prevención, para poder leer y aplicar la evidencia en nuestra vida cotidiana, y para poder exigir su aplicación en política pública. Es conocer y divulgar el conocimiento sobre factores protectores y de riesgo que están plenamente documentados en investigación académica. Algunos factores protectores destacables: actividad física, nutrición, actitud positiva, inclusión social, participación económica, política, social, cultural, simbólica… cultura, arte, ciencia…
  7. Salud Mental es también desarrollar y fortalecer nuestras identidades colectivas: nuestra capacidad para alcanzar y cumplir acuerdos (por ejemplo cuando somos una colectividad de vecinos y manejamos un presupuesto común) y para ejercer ocupaciones que beneficien al barrio, a la comunidad, a la colectividad…
  8. Toda persona tiene todos los derechos y libertades universales, incluyendo la libertad de pensamiento y de conciencia, así como la protección de la ley contra injerencias arbitrarias en su vida privada, sin distinción alguna de cualquier condición (artículos 2, 12 y 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos)

3 Pensamientos

  1. No puedo evitar cuestionar unas cuantas cosas, seguramente algunas más discutibles que otras. Mi opinión subalterna, marginada, canalla, quemada y gilipollas:

    1. La salud (mental, la otra y cualquiera) no es un estado (idea anticuada creo que ya muy cuestionada). Somos seres biológicos y culturales enmarcados en contextos que funcionamos en interrelación y procesos cambiantes. La salud (sea lo que sea eso) es un proceso.
    2. La herencia de las etiquetas diagnósticas del encuadre biomedico del sufrimiento psíquico es uno de los problemas más graves y limitantes para la comprensión de dicho sufrimiento psíquico. Los síntomas son conductas evaluadas en base a criterios culturales, morales y totalmente arbitrarios que condicionan (y en el paradigma biomedico, limitan totalmente) el proceso y desarrollo de la persona desde su sufrimiento psíquico a conductas más adaptadas, contextos más favorables o contextos simplemente menos patologizadores o discriminatorios.
    3. Cuando el desarrollo, aprendizaje, precariedad familiar, pobreza de la comunidad, etc se convierten en terreno de la psiquiatría, por lo general es una condena a muerte en vida. Donde hay psiquiatría, hay interferencia del estado, de empresas, de intereses asociativos y de cronificación, sea médica o psicosocial. Si es precoz o preventiva, terror a la vida que tengan lxs pobres miserables a quienes convenzan.
    4. Hay una idea de la agricultura ecológica en general que es que quien cultiva no cuida ni alimenta a la planta sino al suelo que cuida y alimenta a la planta. Si dejamos burdas intervenciones técnicas directas y agresivas, a menudo forzosas, que justifican salarios y presupuestos, queda el apoyo e inversión en la comunidad para que disponga de peso y capital político, conocimiento y capacidad para organizarse y decidir los asuntos que la incumben,… empoderamiento para la comunidad y, sobre todo, desempoderamiento para lo que no es la comunidad. Logrado esto, habrá menor sufrimiento psíquico porque habrá mejor capacidad de cuidado de la propia comunidad y tendrá unas relaciones más sólidas y estables que son la base para una buena crianza y la capacidad de cuidados cuando se dan procesos de sufrimiento psíquico.
    5. Es imposible hacer previsión de ningún tipo e inevitable la aparición de trastornos en cualquier sociedad que cambia en sólo 2 años lo que hace un siglo cambiaba en una generación. Estados hasta el cuello en la llamada “singularidad” y en oleadas de crisis que ya parecen solaparse unas con otras y las siguientes. No hay salud humana posible sin aplicar un freno a esto.
    6. Los aprendizajes dirigidos, impuestos, masticados, prefabricados, heredados, diseñados desde lejanas autoridades, de bases y objetivos esotéricos, de programas políticos subordinados a la duración de la legislatura, etc son trabajo, inversión, tiempo y capital humano con tan bajo rendimiento y efecto que a menudo podrían tirarse directamente a la basura. Cualquier otro enfoque es tirado abajo rápidamente si es que logra arrancar.
    7. Las identidades colectivas se refuerzan eliminando las manazas institucionales y la mencionada justificación de puestos de trabajo, presupuestos, convenios, currículos, organizaciones, ONGs, proyectos, cargos políticos y demás.
    8. Los derechos se aplican si se quieren aplicar. El estado no lo hace para no molestar a agentes económicos y el resto de instituciones no lo hace por no ser eliminadas del paraguas del estado y las obras sociales de dichos agentes económicos. Nadie muerde la mano que le da de comer.

    En definitiva, hoy en día más que nunca en la historia, cualquier persona, grupo o comunidad tienen capacidad de obrar en beneficio propio. La mayoría no lo hacen por la cultura de delegación y obediencia inculcado junto a las barreras legales y burocráticas que conceden el trabajo a organizaciones convenientemente autorizadas. Las comunidades que tratan de tomar las riendas de su vida son tachadas de radicales y hasta criminales, activandose los mecanismos de control de la desviación social.

    Todo progreso posible de las ideas de la “salud mental” comunitaria ha quedado convertido en distopía de control y autoritarismo por obra y gracia las tecnologías de ingeniería social nacidas, desarrolladas, aplicadas y exportadas desde las redes digitales.

    Bola extra: La sanidad no es pública, es estatal. El estado no es democrático, es representativo y totalmente intervenido por agentes económicos. El estado es, por tanto, la mesa de negociaciones de distintos lobbies que poco o nada tienen que ver con lxs votantes y menos aún con la ciudadanía/súbditxs (del Reino de España en mi caso).

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  2. Vaya, qué bueno que esta entrada evocó una respuesta tan bien elaborada. Coincido en la mayoría. Cuando usted dice «Los derechos se aplican si se quieren aplicar», éso es lo que todos queremos. Que la población organizada colectivamente, en diversidad de agrupaciones y con diversidad de fines, ejerza sus derechos.
    Muchas gracias por esta aportación al muto entendimiento.

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